sábado, 25 de agosto de 2012

Etapa 4. Medina de las Torres - Mérida

8 de Julio de 2.012

Las 10.00 am. ¡Oh, no! Suena el despertador... ¡qué tarde! Tras mi ritual de aseo diario, nos vamos a desayunar al bar del hostal. Allí está nuestro amigo el borrachillo simpático, que nos dice que a ese ritmo no llegamos a Mérida... ¡No ni ná! Jejejejejej, vamos al bar y tras charlar un rato con la dueña, le pedimos el desayuno. De nuevo pantagruélico: 2 tostadas con margarina y mermelada (de tomate, la primera vez que la pruebo y está cojonuda) y un cafelazo. Hablamos con la señora y nos despedimos, agradeciéndole la hospitalidad.
La rodilla me molesta un poco pero avanzamos sin problemas. En Zafra preguntamos por la ruta de la Plata y nos cruzamos con un señor llamado Salvador, amigo del Camino de Santiago, que nos manda el recado de darle recuerdos al cura Blas en Fuenterrobles... Dijo que le pidiéramos un vinito a su salud, jejejeje. Nos quedamos con la cara de muñequito manga, con el goterón, por las coincidencias, y continuamos.
¡Tutti avanti! El camino es durillo, pero al pasar Zafra llega la bajada... Uffff... Los Santos de Maimona casi sin darnos cuenta!
Tooooodo cuesta abajo, por una pista muy cómoda, la verdad.
Pasamos por Villafranca de los Barros y continuamos hasta Almendralejo, por un carril de arenas y piedras bastante incómodo, aunque llano.
Hace muchísimo calor. Son tierras de vides, primero rojas y luego blancuzas y, por fin, muertos de sol, nos desviamos unos 3 kilómetros hacia Almendralejo.
Nos sorprende lo enorme que es y, tras más de media hora buscando un bar para comer (un bar normalito, que mi hermano está un poco regular con la barriga) paramos en el de la estación de tren. Nos comemos un súper bocadillo de tortilla francesa con huevos de "verdad" y decidimos continuar cuanto antes hasta Mérida.
La llegada se me hace muy aburrida. El camino tiene muchas piedras, la etapa es larga y rectilínea y nos ha cogido un día de mucho calor. Pero a lo lejos ya se divisa la ciudad... Mi hermano intenta animarme con el símil del caballo que huele la cuadra, pero los ánimos empiezan a decaer.
No me creo que lleguemos a Mérida. El cuentakilómetros marca 85,22 km. y necesitamos buscar un lugar para dormir cerca del centro, que mi hermano no conoce Mérida.
Damos con el Hostal La Salud. Perfecto, céntrico y por 30€ la noche (los dos). Lo peor las escaleras... Tenemos que cargar las bicis a un segundo piso de una casa vieja por unas escaleras empinadas y minusculas... Luego nos enteramos que estamos solos en la pensión y podíamos habernos ahorrado subir las bicis. 




Cenamos por Mérida, le enseño a mi hermano en casco antiguo, el arco de Trajano, el anfiteatro... Probamos la "patatera" (chorizo típico) y, después de un kebap (mi hermano y sus hambrunas), nos vamos a dormir. Ha sido un día completo.

 RESUMEN DE LA RUTA:
  • Distancia: 76,98 km.
  • Dificultad: Baja
  • Tiempo aproximado: 7 horas incluidas las paradas para comer, descansar, rellenar agua, etc.



La verdad es que esta etapa no resulta demasiado complicada. Aunque en su mayoría discurre por caminos de tierra y piedras, no se hace nada difícil porque la mayor parte del terreno es cuesta abajo.
El único inconveniente es el calor excesivo por tierras muy secas y yermas, atravesando viñedos y arenas rojas y blanquecinas... Se hace un poco aburrido e interminable, sobre todo el tramo desde Villafranca a Torremejía... Si no hubiésemos parado en Almendralejo a comer, probablemente hubiéramos hecho un descanso para luchar contra la monotonía.
Desde Medina de las Torres hasta Zafra es imposible despistarse, después de un minitramo por carretera, encontramos las flechas amarillas en un desvío a la izquierda, por un camino que no lleva directamente a Zafra.
Una vez allí debemos buscar la salida hacia Los Santos de Maimona y ya, fácilmente, seguir el camino viejo de la Sierra, también muy bien indicado (de todas formas, la gente es muy amable y, si preguntas, te guían sin problemas hasta la salida), con una suave cuesta hasta la cima. A continuación, se llega hasta los Santos de Maimona por una pista hormigonada con una pendiente descendente curiosa.
Antes de llegar a Villafranca de los Barros hay que tener cuidado con un giro brusco del camino hacia la derecha. Aunque está bien señalizado, es fácil despistarse y continuar hacia adelante. Hay que pasar unas ruinas y, poco después, a menos de un kilómetro, el camino se cruza con otro camino (el camino de los Moros). Tomamos ese nuevo camino, es decir, giramos a la derecha en la intersección y cogemos bajo la autovía. Tenemos que atravesar la vía del tren y circular un tramo corto por la carretera nacional N-630. A continuación  vuelve a estar señalizado el desvío que permite incorporarnos de nuevo al trazado del camino y que nos lleva, sin problemas hasta Villafranca.
Y de ahí hasta Mérida, la verdad es que también es complicado perderse. Son caminos llanos y fáciles y las señales están bien colocadas.
Almendralejo se encuentra a tres kilómetros del camino. Si se quiere visitar hay que desviarse por una carretera local que no está señalizada desde el camino, pero más o menos se adivina cuál es (está antes de llegar a una depuradora que se empieza a divisar en el horizonte. Además, a la izquierda se puede contemplar ya la localidad de Almendralejo, así que tampoco tiene pérdida).
Respecto a la duración, no es una ruta larga. Más bien al contrario, al ser cuesta abajo y muy recta se recorre con facilidad.
Lo que a nosotros nos pasó es que nos levantamos muy tarde y salimos muy tarde, así que nos cogió todo el calor por el camino. De todas maneras, sin hacer paradas tan largas como las nuestras se puede completar sin problemas en 5,5 horas o 6 horas.
Hay que incidir en llevar suficiente agua, especialmente en tramos largos y calurosos como los de esta ruta.


Alojamientos disponibles: la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Huelva nos facilita los siguientes:
  • Zafra (Km. 178):
    • Albergue Convento de San Francisco. Calle Ancha, 1. 924 550 929 - 618 751 894. 20 personas. 15€
  • Los Santos de Maimona (Km. 183):
    • Albergue Municipal. 40 personas. 3€ (llaves en la Policía Local).
    • Pensión Sausel. 18€. 924 544 210 - 670 223 568.
  • Villafranca de los Barros (Km. 199):
    • Pensión Paqui. Calle Arias Montano, 39.
    • Hotel Romero. 924 525 408.
    • Casa Perín. Calle Arias Montano, 12 (particulares).18€. 924 525 356 - 646 179 914.
    • 6 km antes de llegar a Villafranca, Albergue la Almazara. 10€. Comidas también. 634 905 944 - 660 549 992.
  • Torremejía (Km. 226):
    • Albergue turístico Alba-Plata. Palacio de los Mexía (frente a la Iglesia).
    • Albergue Rojo-Plata. Santiago. 658 854 372.
  • Mérida (Km. 242):
    • Albergue Molino de Pan Caliente (junto al río, al lado del puente ferroviario).
    • Albergue Juvenil Privado. Avenida Vía de la Plata s/n. 9€. 924 313 203 - 924 311 550 - 608 924 166.
    • No aparece en la documentación que nos facilitaron, pero es donde nos alojamos nosotros: Hostal Salud. Calle Vespasiano, 41 (junto al centro histórico de la ciudad). 924 312 259. 30€ habitación doble con baño privado.

Servicios: durante la etapa se atraviesan localidades grandes como Zafra o Villafranca de los Barros (y si nos coge apurados, podemos desviarnos hacia Almendralejo) en las que encontrar todo tipo de artículos o servicios que requiramos.
Recuerdo nuevamente cargar de agua cada vez que podamos.
Zafra , Los Santos de Maimona, Villafranca de los Barros, Torremejía y Mérida disponen de albergues, bares, restaurantes, centros de salud, farmacia, cajeros y tiendas. Es difícil quedar desprovisto de algo en esta etapa.
Llegados a Mérida decidimos buscar un sitio donde dormir que estuviera cerca del centro, para poder ver lo que nos diera tiempo de la ciudad y poder tomar una cerveza tranquilos en el centro. Así pues, descartamos los albergues que nos proporcionaron en la Asociación de Amigos del Camino de Huelva (que estaban bastante alejados del centro), y nos alojamos en el Hostal La Salud. El hostal estaba bastante bien. El único inconveniente es que era una casa antigua de dos plantas sin ascensor, y cargar la bicicleta cargada hasta la segunda planta fue un suplicio. Por lo demás genial, las habitaciones grandes y con baño privado. Un sitio muy tranquilo, barato y a un par de minutos del centro de Mérida caminando.
Sin embargo, con el tema restauración no tuvimos tanta suerte. E el centro es todo demasiado turístico y, por ende, relativamente caro. Salvo optar por comida rápida, los precios de los bares de comidas o tapas son elevados. Cenamos algo en un bar cerca del anfiteatro, que era rollo tapa a 1€, pero la verdad es que no son las tapas a las que podemos estar acostumbrados por aquí... Son aperitivos, eso sí, pero insuficientes para cenar, es más, ambos nos quedamos con hambre. Y el precio de la bebida (nuestra referencia de "cambio") era el más alto hasta el momento (era raro encontrar cerveza a menos de 1,80€). Pero, por lo demás, la visita era obligada y mereció la pena sin dudas.

Qué ver / qué visitar: 
  • Zafra: esta ciudad, de fundación musulmana, está declarada Conjunto Histórico Artístico, destacando:
    • Alcázar de los Duques de Feria, con patio central de Juan de Herrera, hoy convertido en parador nacional.
    • Colegiata de la Candelaria, con nueve cuadros de Zurbarán.
    • Convento de Santa Clara.
    • Hospital de Santiago.
    • Las plazas Grande y Chica (ésta última con la "vara de medir" tallada en una de sus columnas, por ser un lugar de mercado).
    • Murallas. Donde se conservan tres de las ocho antiguas puertas: la del Palacio, la del Cubo y la de Jerez (a ella llega el camino de Jerez de los Caballeros).
    • http://www.turismodezafra.blogspot.com.es/
    • http://es.wikipedia.org/wiki/Zafra
    • http://www.rutadelaplata.com/es/2968-que-ver
  • Mérida: fundanda por el emperador Augusto y ciudad romana por excelencia en la Vía de la Plata. Capital de Lusitania y Patrimonio de la Humanidad. Actualmente es la capital política de Extremadura, pequeña y moderna, aunque a pesar de ello, conserva el sabor tradicional del pequeño comercio entre sus calles peatonales, el encuentro de sus gentes en las plazas y el gusto por el paseo por los parque a orillas del Guadiana.
    • Puente romano emeritense.
    • Teatro y anfiteatro romano.
    • Templo de Diana.
    • Arco de Trajano.
    • Acueducto de los Milagros.
    • Basílica de Santa Eulalia.
    • Museo Nacional de Arte Romano.
    • http://www.turismomerida.org/

domingo, 12 de agosto de 2012

Bookcrossing en Huelva

Bueno, inicio una entrada un tanto diferente a las últimas que he colgado... Se trata del bookcrossing. Imagino que la mayoría ya sabréis de qué se trata. Pues bien, digamos que es como una red social literaria, en la que los libros no son de nadie, ni se quedan estáticos en una estantería, sino que se "liberan" en la "jungla" en términos de bookcrossing, para que otros lectores que lo encuentren lo "cacen", puedan leerlo, aportar sus comentarios, y devolverlo a la jungla, para comenzar el ciclo de encontrar-leer-comentar-liberar... Realmente lo que se pretende es conectar personas a través de los libros...
(Dejo un enlace de la página de bookcrossing donde se explica quiénes son y qué se persigue: http://www.bookcrossing.com/about)
Pues bien, no sé si será por mi eterno sentimiento romántico, ese que hacía que me apasionara escribir cartas sin conocer a la otra persona, solo para imaginármela y mitificarla; por mis ganas de un cambio social, que me empuja a huir cada día más del capitalismo y del consumismo, y que hace que no quiera guardar absolutamente nada, y que todos podamos aprovechar y disfrutar las cosas; o quizás por la gran frustración e indignación que siento estos últimos años, que me empuja inevitablemente a creer que el ser humano en sí es mísero y rastrero... quizá por todo ello, por rebeldía, por sublevarme a esos pensamientos caóticos, por creer en la esperanza del cambio de mentalidad, de que el ser humano puede ser bueno, humano en sí, altruista y generoso... quizá como para atarme mentalmente a algo que me haga querer continuar en esta sociedad que nos ha tocado vivir, quizá por eso, he decidido que voy a empezar a liberar mis libros por mi ciudad...
Sí, ya sé que bueno, que es un poco una iniciativa que va en contra de la corriente aquí... pero creo que cada día más, están surgiendo movimientos inconformistas que buscan nuevas formas de participación y de cohesión ciudadana y humana... y que necesitamos de vez en cuando un empujoncito, un cabecilla que se atreva a dar el paso y el resto pueda seguir... De hecho, este verano, en Punta Umbría se ha empezado a hacer (http://www.visithuelva.com/travelguides/agenda_ver.asp?Id=13976&tipo=todos&mes=8&pagina=1) y, desde la plataforma PLOCC (Plataforma Onubense de Cultura Contemporánea, y dejo también su enlace para que el que aún no lo conozca sepa que en Huelva también se están haciendo cosas alternativas https://www.facebook.com/plocc.pagina), se está intentando crear una biblioteca con fondos públicos donados por quién quiera, para fomentar la lectura y el poder difundir y ser partícipe de una actividad que, lamentablemente, se está perdiendo.
Pues eso he querido seguir promoviendo. ¿Que apenas hay libros liberados en Huelva? Pues hala, a liberar se ha dicho. ¿Que se están perdiendo valores como el compartir altruistamente? Pues nada, sin miedo a despojarme de "mis posesiones" y orgullosa de que otros puedan disfrutarlas también.
Así pues, desde aquí os animo a que si os encontráis algún libro por ahí, cogedlo, no lo miréis como si fuera una bomba, de reojo y, si os acercáis os estuvieran grabando... No es una broma, es una red en la que, si queréis podéis participar... ¿Que no os interesa? Pues podéis dejar el libro ahí, y que siga buscando "cazador", o podéis dejarlo en otro sitio, el que queráis... Solo os rogaría que pasaseis por la web de bookcrossing y escribáis en el diario, para ver el seguimiento del libro... ¡Y por favor! ¡No lo tiréis ni destruyáis! Los libros son de todos y tienen un valor incalculable...

viernes, 10 de agosto de 2012

Etapa 3. Aracena - Medina de las Torres

7 de Julio de 2.012

Uffff... ¡Qué día más intenso! Nos levantamos en Aracena, a ver si por fin podemos ver a Juan... y sí, quedamos para desayunar con él. Genial, un encanto de hombre... No solo nos invita a un desayuno pantagruélico, sino que también nos invita la noche en el hotel! (¡y es que hay que conocer gente en todos lados! :P)... Tenemos que llevarle algún detallito...
Salimos de Aracena con fresquito y mucho viento. Rumbo a Cañaveral de León pero el GPS nos confunde y acabamos en Corterrangel, una pequeña aldea muy perdida en medio de la sierra... En vez de tomar dirección Carboneras, nos vamos a Castañuelo (por no darle tiempo al GPS a localizarse... si es que...), y ya la liamos...

Hasta aquí paisajes preciosos, vamos con mucho ánimo hasta el momento de encarar la subida a Cortelazor. Una caravana de hippies-modernos van hacia allí y nos dicen que los sigamos, pero es imposible... Una grandísima cuesta de arena y de chinos nos hace derrapar y llega el primer hostiazo: mi hermano de espaldas sobre la Camelback. Risas, muy cómico, en parado, por culpa de las calas. No se ha hecho nada, menos mal, así que seguimos.

Otra cuesta enorme... ¡Ahora yo! Me vuelvo a caer sobre la misma pierna de ayer, encima, momentos antes me golpeo contra un pedal soltando un alarido brutal que se escucha en Huelva, seguro... El golpe es tremendo, se hincha y duele, pero estamos lejos de todo y solo tenemos agüita y jabón. Me crispo y me cabreo conmigo misma; mi hermano se contiene. El pobre... siento ser tan torpe.
Continuamos como podemos. Los pseudo-hippies nos dicen que vamos bien para Cortelazor, pero que es un camino angosto... Son casi las 12 del mediodía. Hace calor, pero avanzamos.

A mitad de un camino de mierda, viendo que nos alejamos cada vez más del pueblo, decidimos mirar de nuevo el GPS. Oh, no! Nos damos cuenta del error. Hemos hecho casi 30 km para nada y ya más vale ir hacia adelante, porque lo anterior es horrible... La única solución es llegar a Cortelazor, continuar hacia Hinojales y ya enlazar con el camino en Cañaveral de León.
Damos la vuelta por el caminito donde estamos y tratamos de buscar el camino que nos tiene que llevar a Cortelazor, el que nos han dicho los hippies. ¿Qué encontramos? Una calzada romana que no se pisa, seguro, desde los tiempos de Tiberio... es más, no me extrañaría nada verlo por ahí, sentadito bajo una encina fumándose un cigarrito... Es un camino de piedras todo cuesta arriba. Tenemos que subir no sé cuántos kilómetros andando, sobre piedras, cuesta arriba, cargados con la bici cargada... Llegamos extenuados y... ¡sorpresa! Una grandísima higuera repleta de brevas enormes nos recibe a la entrada de Cortelazor.

Con la hipoglucemia a tope, a la 1.00 pm y un calor sofocante, nos ponemos a engullir brevas mientras decimos y llegamos a la conclusión de que "todo tiene su recompensa". Se me va pasando el cabreo/sofoco a la vez que los dos nos animamos un poco.
Encontramos a un hombre que nos avisa que las brevas están verdes. Yo: "No". Él: "Sí". Yo otra vez: "No", y él: "Que sí..."... Al final me deja por imposible viendo que no voy a parar de comer brevas y nos pregunta que adónde vamos. Le contamos nuestra historia (sin dejar de comer brevas) y le preguntamos por la carretera de Hinojales. Nos dirige hasta allí y nos despide con mensajes de ánimo.
Llegamos al centro del pueblo (muy bonito, por cierto, no lo conocíamos). Pedimos hielo en un bar para la pierna y mi hermano se va directamente a la fuente de la plaza. Pero como todo lo que mal empieza, mal acaba -hoy, sin duda no era nuestro día...- cuando vamos a irnos... ¡Sorpresa II! Llevo la rueda delantera pinchada. Seguro que de las zarzas del camino donde nos perdimos.
Mi hermano me la cambia y ya, por fin, salimos de Cortelazor. Antes, volvemos a preguntar a una señora que cómo se sale hacia Hinojales. La respuesta de la señora: "¿Hinojales? Uffff... Lejísimo!! Además, la carretera está...". ¡Qué exagerados son en algunos pueblos...! Después de todo lo que hemos pasado, esto nos parece ya coser y cantar... O al menos el principio.

Pasamos mucho calor, son las 2 de la tarde, la carretera se complica y empiezan las subidas de nuevo. El paisaje, por su parte, es precioso. A los 10 km más o menos desde Cortelazor, paramos a almorzar y resguardarnos un rato a la sombra de un encinar. 
Seguimos, continuamos el ascenso hasta Hinojales. Estamos secos. Encontramos un bar en la salida del pueblo. Genial. El hombre que lo regenta es un encanto también. Nos pone unos quintos fresquitos que nos bebemos en segundos. Charlamos un rato sobre la sierra, la ecología, el turismo sostenible... Muy interesante, la verdad.


Por fin, tras el descanso y recargar agua, nos proponemos alcanzar Cañaveral de León. Ha costado encontrar la concha, a las 16.30 pm enlazamos con el camino mozárabe. Estamos cansados pero con fuerzas. Subimos animados hasta Fuentes de León, una subida infernal, con muchísima calor, pero por fin en Extremadura...
Desfallecidos, necesitamos merendar. Hace muchísimo calor y necesito azúcar! El único bar que encontramos abierto en el pueblo no tiene nada dulce... vaya por Dios... qué horror de día... Nos ponemos a buscar por todo el pueblo en modo autómata una cafetería donde nos pongan un donuts! Por fin nos envían a la "cafetería del pueblo", junto a la gasolinera, muy moderna, por cierto. Olé olé!! Nos zampamos dos batidos de chocolate y un bollycao (yo) y una caña de chocolate (mi hermano) que nos devuelven a la vida... Mejor no me podía sentar. Ahora ya podemos seguir hacia Segura de León. Allí le preguntamos al hombre de la gasolinera por un sitio para pasar la noche, pero nos recomienda que continuemos hacia Valencia del Ventoso (22 km más) porque en Segura, lo único que hay, es el parador del Castillo, ultra-caro -en sus palabras-. Bueno, pues nada, habrá que seguir.
Tenemos que pasar por Bodonal, porque estamos reventados como para buscar el camino y preferimos tomar la carretera. Así que trato de llamar a F, pero no me lo coge. Le envío un email, a ver qué tal... Pero tampoco. Al menos, ahora es todo cuesta abajo.
Llegamos a Valencia del Ventoso y... ¡maldita sea mi estampa! Lo que me faltaba... a la entrada del pueblo hay una %&$"·/% cuesta arriba que no se me ocurre otra cosa mejor que subirla de pie. CRACK. Cruje mi rodilla derecha. Ya la lié. La de siempre... Game over... Además, por si fuera poco, vamos al hostal y, mierda! Hay una boda en el pueblo y no quedan habitaciones libres... Ea, 10 km más hasta Medina de las Torres y con la rodilla cascada.
Es lo peor. Me vengo abajo. No puedo ni hacer un kilómetro más. Mi hermano me anima, "vamos Cris". No puedo, la rodilla me mata. "Venga Cris, es cuesta abajo"...
Casi las 21.00 h, no veo el fin, quiero echarme a llorar... A la izquierda "La Atalaya"... Yo ya la veía como Medina de las Torres... Horrible, no puedo. "Vamos Cris!!!". Por fin, tras casi 90 km, destrozidos, llegamos al albergue de Medina de las Torres.
Nos encontramos una chica muy simpática y amable, nos pone dos cervecitas que nos duran un suspiro, mientras le contamos la hazaña. Lo flipa. Hay un hombre, un tanto personaje, pero muy simpático también, que se integra en la conversación mientras apuramos otras dos cervezas y el platito de cacahuetes que las acompaña. Como es tarde y la conversación continúa, decidimos cenar antes de acomodarnos. Literalmente devoramos la comida (hasta me doy licencia para comerme un plato de carne en salsa con patatas fritas!!), que por cierto estaba exquisita...
Después de cenar y charlar otro ratito con la dueña del albergue (Ana Ríos), una señora de origen malagueño muy apañada, nos vamos a la cama.
Mañana será otro día, este ha sido horrible!!


RESUMEN DE LA RUTA:
  • Distancia: 87,29 km.
  • Dificultad: Media/alta (si no nos hubiésemos perdido, hubiera sido media)
  • Tiempo aproximado: 9 horas (pero nosotros nos perdimos y tuvimos que caminar junto a la bici un largo trecho)




Realmente la etapa era Aracena - Cañaveral y haber dormido en los Santos de Maimona, pero como nos perdimos, acabamos haciendo muchos kilómetros por caminos impracticables y, finalmente, nos quedamos en Medina de las Torres.
Después de la subida de Aracena del día anterior, parece que las piernas se comportan y en estas subidas no se resienten tanto, aún tenemos mucha potencia (aunque a veces, por el calor, tenemos que parar a refrescarnos en mitad de una cuesta). Sin embargo, salvo el tramo de Corterrangel a Cortelazor, la ruta es asequible, dura por los cambios de desniveles, pero asequible (vamos prácticamente todo el tiempo por carreteras comarcales).
Respecto a la duración de la ruta, quizá si no nos hubiésemos perdido podríamos haber tardado unas 5 horas como mucho (ya digo que aunque los desniveles son pronunciados, las piernas respondían y no es igual pedalear por caminos que por carretera).
Los paisajes que se atraviesan son preciosos. Personalmente, es una de las rutas que más me gustaron, y eso que casi todos los pueblos por los que pasamos los tenemos bien cerca de casa... Me da pena darme cuenta de que muchas veces somos extranjeros en nuestra propia casa...
Me gustaría incidir en la humildad y humanidad de los habitantes de los pueblecitos y aldeas por los que pasamos. En todos sitios nos trataron muy bien, nos dan agua y charla y se muestran amables, por lo general. 
Por ejemplo, en Hinojales estuvimos charlando un buen rato con el camarero del bar y tomando unas cervezas. El hombre nos repone agua amablemente (no una botellita, no, sino la camelback y 3 botellas auxiliares, sin miramientos), nos cobra un precio simbólico, nos invita a la tapa y nos da conversación... A veces, tienes que hacer viajes como éste para creer un poco en la humanidad, en el altruismo de ciertas personas.
Tampoco se queda atrás la señora que regenta el albergue de Medina de las Torres. Una persona súper hospitalaria y amable. Nos sentimos como en casa y por un precio irrisorio.
En esta ruta, si no te sales de la carretera comarcal, no tienes problemas. De hecho, el camino hasta Medina de las Torres se aconseja hacerlo por carretera si peregrinamos en bici (si se va caminando el camino es accesible, aunque difícil). Las carreteras no llevan excesivo tráfico (especialmente las de Huelva, hasta que llegamos a Cañaveral apenas cruzamos algún coche), el único tramo un poco más transitado fue el de Segura de León a Bodonal. Respecto a la señalización, de vez en cuando se ven flechas amarillas o una concha, pero vamos, si se siguen las indicaciones de la carretera (salvo que te confundas con el GPS, como nosotros) no hay pérdida.
Una cosa que sí me gustaría comentar es que en Extremadura, en general -o al menos por los pueblos por los que pasamos- es complicadísimo ver un bar abierto a media tarde... increíble... Este era el primer día que  pisábamos Extremadura y ya empezó a extrañarnos que en ningún pueblo pudiéramos tomar café... Sería por el calor, pero tiendas y cafeterías, cerradas.
Con relación a los horarios y las horas, creo que es importante decir que nosotros no nos obsesionamos en ningún momento con salir muy temprano. Es más, procurábamos salir sobre las 9-9,30 h. Nos tomamos el camino como algo que hacíamos por placer, y no como una competición a ver quién sale antes y con la ansiedad de pensar "ya voy tarde"... No. Además, en la Asociación de Amigos del Camino de Huelva, Fernando Quintero (la persona con la que hay que hablar si quieres peregrinar desde Huelva) nos aconsejó no salir muy temprano si vamos en bici. Y esto es por dos cosas; la primera, porque todos los peregrinos de a pie salen muy temprano, al alba, para aprovechar las horas más frescas del día para caminar. Y la segunda, porque, sobre todo en el norte, por la mañana temprano hay caminos en los que la hierba está mojada, lo que puede provocar más de un resbalón y sustito... De todas formas, como digo, tanto mi hermano como yo queríamos tomarnos el camino como un reto personal, no una competición... Además, no nos daba miedo el calor ni pedalear mañana y tarde, y preferíamos dormir algo más por la mañana si estábamos cansados o nos habíamos acostado tarde (ya sea porque pedaleábamos hasta tarde, o porque aprovechábamos la tarde/noche para ver el pueblo y tomarnos una tapita) a levantarnos a las 5 o las 6 de la mañana, para llegar destruidos al albergue y no poder ver nada. Pero vamos, el tema horarios es algo que cada uno ha de plantearse. De hecho, la mayoría de los peregrinos que nos encontrábamos (ya fueran a pie o en bici) se levantaban antes de la 7 am. (Los caminantes sobre las 5 am y los ciclistas sobre las 6.30 am - 7 am).

Alojamientos disponibles: la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Huelva nos facilita los siguientes:
  • Cañaveral de León (Km. 126):
    • El Ayuntamiento facilita acogida (Ángeles). 959 465 860 - 606 098 445.
    • Casa Rural. 959 465 947 - 616 393 268.
  • Fuentes de León (Km. 134):
    • Hostal Restaurante El Holandés. 924 724 136.
  • Segura de León (Km. 141):
    • Albergue. Ayuntamiento. 924 703 011 - 924 703 061.
  • Valencia del Ventoso (Km. 159):
    • Hostal-Restaurante Fuente Nueva. 924 562 727.
  • Medina de las Torres (Km. 170):
    • Albergue (Ana Ríos). 608 653 182.
En Medina de las Torres nos acogieron muy bien. Aunque en el estado en el que íbamos nos hubiera dado igual si nos dan un rincón con paja para pasar la noche, se agradeció un dormitorio para los dos (no compartidos) y una duchita de agua fría (el baño sí era compartido, pero todo estaba limpio y en buen estado).
Lo cierto es que hasta el momento, no nos habíamos cruzado con ningún peregrino, así que el albergue entero estaba a nuestra disposición.
El albergue es una casa grande con patio anexa a la estación de tren. No hay problema para dejar la bici (se queda dentro del patio) ni para tender. Como tiene el bar al lado, desayunamos y cenamos allí. El precio muy barato; nos costó pasar la noche, desayunar y cenar 34€ en total, los dos.
En el pueblo no tuvimos opción de visitar nada, solo vimos lo que quedaba de paso para llegar al albergue y, al día siguiente, salir de él y tomar el camino. Sin embargo, nos dejaron en el albergue un folleto informativo del pueblo, con un plano y los principales atractivos turísticos, entre los que destacan una ciudad romana, un dolmen megalítico y dos castillos.
Para salir del pueblo no es difícil. Hay que buscar la carretera de Zafra y, una vez allí, pedalear algunos metros hasta ver las flechas amarillas. La verdad es que está bien indicado.



Servicios: durante la etapa se atraviesan muchos pueblos que disponen de servicios básicos. Importante ir recargando agua, especialmente si se hace el camino en verano, ya que las subidas continuas con calor te dejan un poco tocado/a.
Lo único que nos extrañó a nosotros era que las cafeterías y bares no estuvieran abiertos por la tarde (me refiero a Extremadura, en las sucesivas etapas nos pasó lo mismo... estamos acostumbrados a encontrar bares y cafeterías abiertos a cualquier hora y, la verdad, nos llevamos una sorpresa en algún que otro pueblo...), así que es recomendable llegar algo de provisiones.
Otra cosa importante que ya comenté en una de las etapas anteriores es confirmar los albergues. Nosotros volvimos a pifiar con Valencia del Ventoso. Aunque realmente no sabíamos que íbamos a parar allí (por habernos perdido, la idea inicial era llegar a Zafra o Santos de Maimona), es importante llevar una planificación de las rutas y saber de antemano dónde vamos a dormir, para confirmar con los albergues disponibilidad (de todas maneras nosotros aún no nos habíamos cruzado con ningún peregrino, pero más adelante, una vez se acerca el camino a Galicia, los albergues están más transitados y hay que tener en cuenta que los caminantes tienen preferencia sobre los ciclistas; así que es importante contactar con los albergues).
Los pueblos por los que pasa esta etapa disponen de los servicios básicos. Además, al circular por carretera, en caso de tener cualquier necesidad podemos rápidamente contactar con alguien que nos ayude.
En concreto, Medina de las Torres dispone de bares, comercios, bancos y cajeros, museo, farmacia y consultorio médico.

Qué ver / qué visitar: A continuación pongo algunos links en los que aparecen los principales reclamos turísticos y culturales de los pueblos de paso:


    •  Arcos de piedra a la llegada a Segura de León, desde la carretera de Fuentes de León






martes, 7 de agosto de 2012

Etapa 2. Valverde del Camino - Aracena

6 de Julio de 2.012

Vaya día D, de Drácula... Todo empezó esta noche. Me picaron todos los mosquitos de Valverde, absolutamente todos. No he dormido más de 4 horas... Me levanto a las 6 am o antes. Aún es de noche, pero no puedo dormir más... además ya no sé si el zumbido en el oído es un mosquito real o de la paranoya ya me lo estoy inventando. Así que arriba, dejo a mi hermano dormir y me pongo a investigar una guía del camino que nos ha dejado Juan Carlos y a escribir en el libro de visitas.
Mi hermano se levanta, desayunamos y salimos a las 8.22 am. ¡Qué frío!

La ruta muy bonita, aunque parece "La noche de los castillos"... ¡Venga atravesar puertas cerradas y caminitos! Hasta Zalamea, bueno, muchas piedras y más o menos trabajoso, pero de Zalamea en adelante, horrible... nuestro primer infierno... Mi hermano con el pajarón, yo muy floja y medio coja. Encima cuesta arriba y más de 35º C. Estamos brutalmente achicharrados.

A mi hermano le ha picado una avispa por el camino y yo, en el cruce de la carretera de Campofrío, me pego mi primer hostiazo... La caída más absurda, como siempre, casi en parado... No se me sueltan las calas y dejo una pierna en el suelo. Encima, cuando llegamos a Aracena tras casi 4 horas de pedaleo y unos 60 kilómetros, llamamos a Cañaveral de León (el supuesto fin de ruta) y nos dicen que no nos pueden acoger allí, que están en fiestas y que la persona responsable del albergue no se encuentra localizada... Triunfando.


En realidad, nos viene hasta mejor, porque mi bro está reventado, yo tengo la pierna dolorida y muy hinchada por la caída y cansancio acumulado (mucho sueño...) y se prevé una tarde muy "fresquita" (léase con ironía... :P se sobrepasan con creces los 35º C).
Así que, destrozados, después de almorzar, nos echamos en el parque de la entrada de Aracena y, tras una siesta callejera reconstituyente (para mi hermano, que se quedó literalmente en trance... vamos, en coma profundo... me dediqué a lanzarle naranjitas a la cabeza y no se inmutaba... mientras, me dedico a buscar dónde pasar la noche) decidimos que lo mejor será quedarnos en Aracena. 




Vamos directamente a la Hospedería Reina de los Ángeles, que regenta el Señor Juan (por cierto, un hombre encantador y un lugar muy cómodo y recomendable), nos duchamos y decidimos ir a dar una vuelta (¡la otra opción es acostarnos del tirón!).
Vamos caminando a 3 km/h y cenamos en un bar junto al ayuntamiento. Bastante cutre, la verdad... pero nuestro estilo! Económico, rico y cantidad... Por 8€ cenados y hasta las trancas... ¿Qué más se puede pedir? Nos vamos al hostal, preguntamos por Juan a ver si pudiéramos verlo antes de acostarnos, pero lleva toda la tarde fuera... así que habrá que esperar a mañana.


RESUMEN DE LA RUTA:
  • Distancia: 55,5 km.
  • Dificultad: Media/alta
  • Tiempo aproximado: 5 horas


En principio, nuestra etapa iba a ser Valverde del Camino - Cañaveral de León, pero lo cierto es que habíamos subestimado la pendiente ascendente (nuestro primer puertecito de montaña, sin estar aún acostumbrados al peso de las alforjas) y el tremendo calor que hacía por esas fechas. Así que, tras 55,5 km, decidimos dormir en Aracena y dar por finalizada la etapa. Además, no habíamos sido previsores y se nos pasó llamar al albergue de Cañaveral el día antes, así que tampoco hubiera sido posible llegar allí sin sitio para dormir.
Nosotros tardamos unas 5 horas en total, pero paramos varias veces: repostamos en Zalamea, en El Campillo paramos otro rato a ver si nos decían en el ayuntamiento alguna forma de llegar a Campofrío evitando la carretera, luego la caída y en Campofrío fue casi media hora tomándonos un refresco, que no se podía aguantar el calor.
Respecto a la ruta, es una ruta muy bonita. Se atraviesan muchos tipos de paisajes y terrenos. Desde Valverde, el camino sigue el antiguo trazado del tren, así que, aunque ligeramente ascendente, resulta una subida cómoda, al tener una pendiente constante. Lo único malo son las piedras del terreno. Especialmente aquí, entre Valverde y Zalamea, echamos de menos unas ruedas más anchas. El suelo está muy seco y el carril es casi entero de piedras, así que es fácil resbalar y derrapar con el peso de las alforjas. Hay que tener precaución en ese tramo. Además, las muñecas se cargan con facilidad, debido a las vibraciones, así como el cuello y los hombros. Por lo demás, es una ruta para disfrutar, como digo por la diversidad de paisajes y tonalidades y por los cambios de terrenos. 
Personalmente me encantó el tramo de El Buitrón a Zalamea. Los desniveles no son acusados, lo que permite aumentar la velocidad y disfrutar de las pequeñas bajadas de pie y dando saltos. Lo que no gusta tanto son las innumerables puertas y cancelas que hay que cruzar, que ralentizan mucho la marcha y con las que hay que tener cuidado (en muchas anidan las avispas y hay que tener ojito con las picaduras. Nosotros nos llevamos un recuerdo de una de ellas en nuestras propias carnes, que le pregunten a mi hermano...).
Desde El Campillo hasta Minas de Riotinto el camino es fácil, de arena, muy cómodo. A partir de Minas de Riotinto, el camino es la Carretera, que no abandonaremos ya hasta llegar a Aracena.
Sobre la señalización decir que es pésima, por no decir casi inexistente. Tienes que andarte muy espabilado para ver las conchas y/o flechas amarillas (que no abundan precisamente). El primer punto conflictivo es a la salida de Valverde, para localizar el camino. Hay que salir del pueblo por el norte y tras la Casa Hermandad de la Virgen del Rocío (calle de la Virgen del Reposo) encontramos un pequeño camino en bastante mal estado (con escombros y estercoleras alrededor) que poco a poco se ensancha hasta parecerse a los caminos del día anterior.
Seguimos por ese camino y cuando se llega a la carretera N-435, a la altura del cruce de El Buitrón, tendremos que cruzar la carretera y en un caminito que sale de la carretera del Buitrón, a la derecha, encontraremos la concha marcándonos la dirección. Seguimos por ahí sin pérdida. Al poco (a la altura del Club Don Mendo), debemos volver a cruzar la carretera y continuar por el camino. Aunque no veamos flechas ni señales, continuamos recto, atravesando las cancelas que encontremos.
El siguiente punto conflictivo se encuentra a la salida de El Campillo, para encarrilarnos hacia Campofrío. No existen señales, así que hay que coger por la carretera. Ni qué decir tiene que es una carretera nacional con bastante tráfico (también de maquinaria y vehículos industriales) y que por ello hay que extremar la precaución y las medidas de visibilidad.
A unos 6 km de Campofrío, por la carretera A-461, en la subida, una vez pasado el embalse, al poco de empezar el carril de vehículos lentos, encontramos una antigua carretera a la izquierda, con una concha del camino. Con cuidado cruzamos la carretera A-461 y seguimos por ese carril hasta Campofrío. Como pega, la pendiente es curiosa y el firme está regular, pero al menos nos quita del tráfico de la carretera nacional. A nosotros este tramo se nos hace un infierno. Casi las 13.00 pm, con un solano tremendo y un calor insoportable, encima cuesta arriba y sin estar aún acostumbrados a la carga. Hay que ser precavidos y cargar agua en El Campillo, ya que desde El Campillo hasta Campofrío casi todo es hacia arriba.
Desde El Campillo hasta Aracena, de nuevo todo por carretera. Esta vez la nacional todo el trayecto (A-479). Nosotros tuvimos ¿suerte? por la hora que era (casi las 2 de la tarde en pleno julio), así que no había mucho tráfico -no obstante, el calor creo que era peor que el tráfico-. De todas formas, la carretera está bien. Se agradece el tramo de bajada justo al dejar Campofrío, aunque no hay que confiarse porque después de 4 kilómetros, el resto del viaje es cuesta arriba.
Una vez en Aracena, se puede repostar y encontrar todos los servicios necesarios (alojamiento, bares, restaurantes, gasolinera, talleres, cajeros, consultorio médico...), ya sea para pasar la noche ahí o como transición al siguiente pueblo, Cañaveral de León.

Alojamientos disponibles: la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Huelva nos facilita los siguientes:
  • Zalamea La Real (Km. 65):
    • Casa Rural "La Caldera Vieja", 18km desde Valverde junto al camino. 959 508 200. 10€ para peregrinos.
    • Hostal Restaurante Casa Banda (Zalamea). Precios especiales para peregrinos.
  • Minas de Riotinto (Km. 73):
    • El Ayuntamiento facilita acogida en el polideportivo. Policía 959 590 179.
    • Hostal Restaurante Galán. 959 590 840.
    • Hostal Restaurante Atalaya. 616 486 459.
  • Campofrío (Km. 83):
    • Hostal Restaurante La Espuela. 959 589 121 (Chelo). 15€.
Nosotros dormimos en la Hospedería Reina de los Ángeles. No tuvimos problemas con la reserva ya que como digo, ni nosotros sabíamos que dormiríamos en Aracena. La Hospedería es un sitio enorme, con montones de habitaciones, así que salvo que haya alguna excursión programada, sea fiesta en Aracena o algo similar, no creo que tengo problemas para acoger a peregrinos en momentos puntuales, de todas formas, siempre se puede llamar antes. El director, Juan, es una persona magnífica. Así como la chica de recepción  que se portó con nosotros de lujo. Yo tengo el placer de conocerlo de antes y la verdad es que la acogida que nos brindó fue espectacular, sentirse como en casa es poco! Así que al final me alegré de habernos quedado en Aracena.
Por lo demás, Aracena es un pueblo grande, con todos los servicios necesarios. Recomiendo para comer un bar de esquina que hay en la Calle Blas Infante/Rosario de Cañizares. Es un bar tipo cutrecillo (en realidad es el rollo que nos gusta a mi hermano y a mí! :P), pero que con las mesas en la calle de al lado (junto al ayuntamiento), en una noche calurosa como la que nos tocó, corre un vientecito muy muy agradable... además, las tapas son enormes y a muy buen precio.

Antes de continuar con el resto de etapas, quiero hablar un poco de la Credencial del Peregrino. Es el documento que tienes que comprar en la Asociación de amigos del Camino (yo la recogí allí y creo recordar que me costó 2€) y que marca el Camino según la Ruta escogida. Pues bien, esta credencial hay que ir firmándola y sellándola a lo largo de todo el camino (normalmente en los albergues, aunque también hay bares y restaurantes que te pueden poner el sello), porque es el documento que realmente acredita que sí, que has hecho el camino y que en los sitios donde has sellado se supone que has estado.

Nosotros, con la novedad, la falta de costumbre, los nervios por salir, etc. No sellamos hasta el tercer día... No pasa nada porque quedaban muchos kilómetros (para recibir la Compostela basta con completar 100km si haces el camino a pie o 200km si eliges la bici) de camino, pero nos hubiera gustado tener el sello para decir "Pues sí, ahí dormí yo...". Así que, para que no os pase como a nosotros al principio, recomiendo sellar nada más llegar al albergue o restaurante y ya te olvidas del sello (es más, en albergues del Norte, antes de que te den la llave de la habitación y las sábanas, debes mostrar la credencial para demostrar que, efectivamente, eres un peregrino, así que, del tirón te sellan).

Servicios: tanto Zalamea, Riotinto, Campofrío como Aracena tienen suficientes tiendas y bares como para repostar por el camino. Es difícil quedarse sin agua, al menos hasta Campofrío. De todas formas, con los calores, hay que ser precavido y repostar en cada pueblo agua fresca. El tramo de Campofrío a Aracena, por carretera y de continua subida, se hace largo y duro. Así que es mejor llevar agua y algo de fruta o barritas por si llegan los bajones.
Una vez en Aracena, ya hay de todo (bancos, farmacias, médico, taller...).

Qué ver / qué visitar: A continuación pongo algunos links en los que aparecen los principales reclamos turísticos y culturales de los pueblos de paso:





viernes, 3 de agosto de 2012

Etapa 1. Huelva - Valverde del Camino

5 de Julio de 2.012

¡Comenzamos las andadas! Fede se sujeta al manillar y... arrancamos! Son las 11.15 am, aproximadamente, entre "adioses", "tened cuidadito" y "dadnos un toque cuando os acordéis", dejamos atrás Huelva a a nuestros padres y nos dirigimos hacia... SPRINTER!! :P jejejejje, sí, primera parada en nuestro particular camino de Santiago.. Descambiamos los pedales de mi bicicleta y, tras casi 9 kilómetros de primeros pedales con el viento en contra y con el que nos hacemos al peso de las alforjas, llegamos a Decathlon.
Compramos los pedales mixtos de mi bici y mientras nos los montan, echamos una charlita curiosa con Marta Marín, que iba a empezar a currar allí...
Por fin, a las 13.15 pm, aproximadamente, emprendemos nuestro caminito en principio, rumbo a Fisterra.
¿Cómo vas Fede? Cuack cuack (genial, vamos). Mucho calor y viento en contra.


Llegamos a Trigueros por la Vía Verde Molinos de Agua y decidimos para a almorzar allí.Compramos para bocatas en una tienda y hacemos nuestra primera parada en una plaza a la sombra
Primera impresión, buena. Hace mucho calor. Para mañana nos prometemos salir antes. Pero las piernas responden. No es para tanto, podemos!
Llegamos a Valverde sin problemas por la Vía Verde. Ambos la recordábamos más incómoda. Parece que el balastro está más asentado.
La acogida es toda amabilidad. Nos recibe Juan Carlos, que nos cede su casa de forma totalmente altruista. No damos crédito. En nuestra primera parada nos ceden una casa así, por la cara, sin conocernos de nada...
Nos duchamos, lavamos la ropa y nos vamos a conocer Valverde.
Lo que ahorramos en casa nos lo gastamos en cerveza! Pero genial. Mi hermano, después de tres bares en los que nos clavan, liga con la camarera del bar que, por fin, era el nuestro!! Cervecería Andén de la Estación: Cruzcampo fresquita, tapas buenas y baratas y le debo un helado a mi hermano! :( Ha conseguido pagar sin problemas con un billete de 100€... si es que se tiene ganada a la camarera... jejejejej
Estamos cansados en el fondo, nos despedimos de Valverde, le doy un beso de buenas noches a Fede y... mañana será otro día!
Sigo buscando mi camino, rumbo a la Etapa 2. Buenas noches mundo!!



RESUMEN DE LA RUTA:

  • Distancia: 46,04 km.
  • Dificultad: Baja
  • Tiempo aproximado: 2,5 horas - 3 horas


Etapa sin dificultades. Únicamente la salida de Huelva, hay que tener cuidado con el tráfico. Nosotros no comenzamos el camino exactamente por donde estaba indicado (por la Rivera), sino que tomamos la Vía Verde de los Molinos de Agua porque tuvimos que ir a Decathlon. 
La Vía Verde no tiene pérdida hasta Valverde. Está perfectamente señalizada y el firme es bueno. Se puede llegar perfectamente con bici mixta o de montaña.
Al pasar por Trigueros y Beas no hay problemas de aprovisionamiento, únicamente es relevante el calor. 

Alojamientos disponibles: la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Huelva nos facilita los siguientes:
  • Huelva (Km. 0):
    • Albergue de Huelva. Avda. Marchena Colombo, 14. 959 650 010 (Necesario carnet de alberguista).
    • Hotel Costa de la Luz. Precio especial peregrinos. 959 256 422.
  • Trigueros (Km. 19):
    • El Ayuntamiento facilita acogida en el polideportivo. Policía 959 305 076.
    • Hostal Plazoleta, calle Labradores, 54. 959 306 442. 15€.
  • Valverde del Camino (Km. 46):
    • Casa de Juan Carlos (avisar el día antes). 679 180 773
    • Hotel Montearoma. 959 552 729
Nosotros nos quedamos, como hemos dicho en el diario, en Valverde del Camino, en la casa de Juan Carlos. Lo llamamos el día antes y lo confirmamos durante el camino. Desde aquí quiero volver a agradecerle su humanidad y su hospitalidad. Es una casa grande donde se pueden alojar varios peregrinos. Dispone de cocina, baño y patio donde dejar la bici.

Servicios: tanto Trigueros, Beas como Valverde tienen suficientes tiendas y bares como para repostar por el camino. No escatimar con el agua, especialmente en verano, ya que el camino la mayor parte del tiempo discurre por terrenos despejados donde incide mucho el sol. También hay gasolineras para lavar las bicis, así como taller y cajeros automáticos.

Qué ver / qué visitar: A continuación pongo algunos links en los que aparecen los principales reclamos turísticos y culturales de Trigueros y Valverde.