sábado, 9 de julio de 2016

Magdalenitas proteicas para una tarde de té

¡Buenas tardes a todos!

¿Cómo estáis?

Por aquí, en una tranquila tarde de verano, de esas irlandesas en las que disfrutas del calorcito húmedo que vaticina chaparrón inminente... Pues así... 
Y en esta tarde de tontería, con ganas de darme un caprichito después de una semana intensa de entrenamiento y pá'rribas y pá'bajos, se me ha ocurrido hacer algo rico (algo dulce, vaya) y apetecible, en estos días previos a la regla, ya me entendéis como se siente una... 

Pero os recuerdo que me encuentro metida de lleno en estos retos tan chulos que se han ocurrido... Concretamente estoy en una etapa de bajos carbohidratos... (más de los retos prontito, ¡lo prometo!) Y, por supuestísimo, no quería estropear todo el trabajo ya hecho...  (y luego arrepentirme y lamentarme… ¡¡NO!!). Piensa Cristina... ¿Qué puedes hacer que no suponga un estropicio y que esté rico de verdad?

¡Ya lo tengo! Allá voy a preparar unas magdalenitas proteicas de chocolate... Sin azúcar añadido, sin gluten, sin edulcorantes artificiales, sin grasas añadidas (más que las presentes en los ingredientes)... Os comparto la receta, os dejo el valor nutricional y os dejo con mi té y mis pensamientos, que para eso es finde.

¡A vuestra salud! Y que disfrutéis el fin de semana :)

MAGDALENITAS PROTEICAS



-           1 huevo
-           1 cacito de proteína en polvo sin sabor*
-           1 cucharada de semillas de chía molidas
-           1 cucharada de coco seco rallado (opcional)
-           1 plátano maduro
-           1 cucharada de cacao puro
-           1 cucharada de stevia (opcional)
-           1 cuadradito de chocolate negro 85% muy desmenuzadito
-           1 nuez picadita

Más fácil, imposible: coger todos los ingredientes menos el chocolate y las nueces y batirlos con la batidora de mano. Precalentar el horno a 150-160º. Verter la mezcla anterior sobre los moldes y colocar por encima los trocitos de chocolate y nueces. Meter en el horno y hornear durante 15 minutos (o hasta que al pincharlas con un palillo el palillo salga limpio).

Valor nutricional por unidad:

Energía
129 kcal
Proteínas
9,2 g
Grasas
6,8 g
Hidratos
8,5 g
Azúcares
4 g
Fibra
2,7 g


* Yo utilizo proteína de suero de leche, pero podéis utilizar una vegetal sin problemas, incluso si es de sabores (por ejemplo, de chocolate, que os vendría perfecta. En ese caso, no echéis tanto cacao puro y controla la estevia, incluso prescinde de ella si la proteína contiene edulcorantes).

* También podéis mezclar los trocitos de chocolate y las nueces con la masa, antes de colocarla en los moldes. De esta forma, os lleváis las sorpresitas al darle el bocado :)

* Otras opciones: podéis usar harina de almendra o incluso una harina normal en vez de la proteína y las semillas. ¡Pero ya no serían tan proteicas ni tan fit! También podéis emplear otros frutos secos o no incluirlos, así como prescindir del coco.

¡Anímate a hacerlas y déjame ahí abajo tus comentarios!



martes, 5 de julio de 2016

Secretos de Irlanda. Etapa 2

8 de mayo de 2016

Killarney – Ross Castle – Dunloe Gap

¡Buenos días! Empezamos la jornada con un rico desayuno campero que nos proporciona John: huevos de sus gallinas y pan de hogaza recién hecho. ¡Qué rico! ¡Así da gusto comenzar el día!

Nos preparamos para la jornada: vamos a conocer el entorno, ya que el tiempo parece que acompaña. Preferimos reservar el Ring of Kerry para un día un poco “más malo” y aprovechar que el día se ha levantado medio bien para hacer algunas caminatas y patear los alrededores. Y la estrategia funcionó.
 
Nos despedimos de Cailin y salimos rumbo a Killarney.

Aparcamos en el centro (después de la experiencia de Cashel, descubrimos que lo bueno de Irlanda es que hay aparcamientos gratuitos en prácticamente todos los pueblitos, no tienes por qué dejar el coche en zona regulada) y nos dirigimos a una tienda de alquiler de bicis, ya que la idea inicial era conocer el Parque de esta forma.
Llegamos a la tienda de las bicis y como son casi las 12 de la mañana, decidimos no alquilarla, porque el alquiler es por día (no por hora) y hemos desaprovechado la mañana (nota mental: si quieres alquilar una bici, levántate pronto).


Bueno, no pasa nada, caminar también está bien ;). Primero vemos el pueblito, bastante agradable y bullicioso. Hay montones de turistas por todos lados y mucha vida: bares, pubs y tienditas de colores y llenas de gente. ¡Nos encanta!

Nos encaminamos hacia la salida oeste del pueblo, dirección: castillo de Ross, pasando por la calle principal (High Street).
Para llegar al castillo, puedes acceder directamente desde el pueblo a través de Mlssion Rd, justo frente a St. Mary’s Cathedral. Hay una entrada al Parque Nacional de Killarney, donde se asienta el castillo de Ross a orillas del lago Leane. Es un paraje súper bucólico y misterioso por el que te recomiendo sin duda que pasees. Los caminitos están bien señalizados y no es difícil encontrarte con caminantes o ciclistas que seguro van al mismo sitio que tú. También hay mucho tránsito de caballos.

Dejadme que os cuente la leyenda también. Vaya que recaiga sobre mi ser la maldición de no compartir la buena fortuna :P: cuenta la leyenda que O'Donoghue Mór, quién mandó construir el castillo en el siglo XV, aún vive dormido bajo las aguas del lago Leane. La primera mañana de mayo cada 7 años, despierta y asciende sobre el lago a lomos de su caballo blanco, cabalgando en círculos alrededor del lago. Aquellos que tengan la suerte de presenciarlo parece que la buena fortuna los acompañará para siempre.

Pena que cuando llegamos ya era 8 de mayo… igual hubiéramos tenido suerte llegando una semana antes si coincide con uno de los años de aparición… cachis… (ahora, si tenéis suerte y os lo encontráis, avisadme, por fa).

 
Después de ver el castillo y los alrededores, decidimos volver a Killarney. Vamos a coger el coche y nos vamos a adentrar en el parque, donde haremos un picnic y pasaremos la tarde haciendo rutas.

Evitando volver por el mismo camino, decidimos salir del parque y caminar por Ross Road, calle que nos lleva directamente al centro del pueblo.

Allá vamos de nuevo, esta vez rumbo al parque nacional en sí. Al mogollón. Cuando estuvimos en el pueblo esta mañana, paramos en una tienda de aventura a comprar unos chubasqueros y un paraguas, que veníamos las dos de señoritas y el tiempo estaba un poco raro… Pues bien, en esa parada aprovechamos y le preguntamos a la chica de la tienda (muy amable, por cierto), que qué nos recomendaba ver, algo en plan visita rápida, ya que solo disponíamos de este día para conocer el parque.

La chica sin dudarlo nos recomendó el paseo hacia Ross Castle (justo de donde veníamos) y llegar a Muckross House, dentro del Parque Nacional de Killarney. Allí, nos recomendó hacer una de las rutas de senderismo, la que lleva a Torc Waterfall, bordeando el lago Muckross. Nos comentó que es una de las rutas más bonitas del parque y más facilitas, así que decidimos hacerle caso.

Una vez llegamos a Muckross, dejamos el coche en el parking y nos dispusimos a comer en el césped, en una sobremesa algo sobresaltada: entre la inminente lluvia y los cuervos, la verdad es que fue difícil concentrarse en la comida.
Finalmente acabamos, reposamos un rato en el coche porque comenzó a llover y en cuanto escampó, salimos rumbo a Muckross House and Gardens.
De nuevo, parajes preciosos. Increíbles tonos de verde que se pierden a lo lejos con las montañas más altas que, de momento, he visto en Irlanda. La casa, una mansión victoriana del siglo XIX, perteneció a Henry Arthur Herbert y a su mujer, la acuarelista Mary Balfour Herbert (desde luego, aquí no le faltaría inspiración). Tiene unos jardines impresionantes que bordean las orillas del lago Muckross, estando todo el paraje lleno de montones de caminitos y rutas para no aburrirse por la zona.

El Parque Nacional de Killarney es un enclave muy visitado no solo por caminantes y excursionistas, también por montañeros, ciclistas, remeros, pescadores y familias que simplemente vienen a pasear a mascotas y niños.
De hecho, empezamos a caminar prácticamente seguidas por la corriente que, igual que nosotros, iban bordeando el lago en dirección a la Cascada, en el monte Torc.
El camino está perfectamente señalizado y, según el mapa, tiene una dificultad leve. Se llega fácilmente dando un paseo tranquilo desde Muckross House. Son unos 2 km en total, que no llevan más de 40 minutos si vas en plan turista (ya sabéis, parando a hacer fotitos y observar la naturaleza). Saliendo de Muckross House, te diriges hacia el lago por el camino. Bordeas la orilla izquierda del lago, siguiendo el camino (señalizado) hacia Torc Waterfall.
Hay que pasar un aparcamiento de coches, que dejas a mano izquierda y sigues ascendiendo, este último tramo a través de una escalera que te conduce al salto de agua. ¡Tendrás que coger sitio para hacerte la foto con la cascada de fondo! Para los aguerridos, puedes saltar entre las piedras y llegar a una piscinita natural que se forma. Supongo que si hace calor considerable (aunque no sé si físicamente ese fenómeno se observa aquí…), más de uno se habrá dado un chapuzón ahí.
 
En este punto puedes hacer dos cosas: o bien te vuelves por donde has venido, finalizando la ruta de la cascada, o bien te motivas a continuar por uno de los 2 nuevos recorridos que se alzan ante nosotros: la ruta roja o la amarilla. De dificultad un poquito mayor.

Como nosotras no venimos preparadas para montañear mucho, nos decidimos por la amarilla, una ruta circular de dificultad moderada, el término medio entre las otras dos, es decir:

-    Ruta azul: ruta fácil que te lleva hasta Torc Waterfall. Son 2 km y se hacen en menos de 40 minutos desde Muckross House.
-    Ruta amarilla: ruta circular que asciende un poco sin llegar a la cúspide del monte Torc y vuelve al lago para llegar de nuevo a Muckross House. En total son unos 4,5 km que no llevan más de 2,5h.
-    Ruta roja: ruta circular del lago. Una ruta de 15 km de longitud. Completa la ruta anterior bordeando el lago en su totalidad.
-    Ruta Torc: ruta para subir al monte Torc.

No os preocupéis que os incluyo enlaces y rutas al final del artículo ;)

La verdad es que merece mucho la pena haber subido un poquito más el monte Torc, porque las vistas son impresionantes. Además, a medida que subes, el volumen de personas que encuentras disminuye, así que, por fin, puedes sentirte en consonancia de verdad con la naturaleza, sin nadie a tu alrededor. Solo tú, el aire que respiras, los pajaritos cantando y de vez en cuando, alguna que otra gota que empieza a caer.

 Nos vamos encaminando de nuevo al lago a medida que descendemos nuevamente las laderas de Torc, volvemos a cruzar la carretera del Ring of Kerry (dejando atrás otro aparcamiento) y seguimos nuestro camino (perfectamente señalizado con marcas amarillas) hasta el lago. Una vez llegamos al lago, de nuevo es fácil. A la derecha, lejos, divisas Muckross House, vas por buen camino.

La tarde se está poniendo fea, así que decidimos continuar nuestra ruta, esta vez en coche. Así además, descansamos un poco los pies.
Según la guía, además del Parque Nacional, merece mucho la pena parar un rato en Gap of Dunloe. ¡Y menos mal que hicimos caso a la recomendación!

A unos 20 minutos en coche aproximadamente de donde estamos, rodeando de nuevo el lago y dirigiéndonos hacia Killarney, tomamos la carretera hacia Killorglin (como si fuéramos de nuevo al B&B). Un poco antes de llegar al B&B, tomamos el desvío hacia la izquierda hacia Dunloe y disfrutamos de la carretera.
Aunque ya es tardecito, aún es agradable pasear por la zona. Dejamos el coche en un aparcamiento que encontramos al lado del Kate Kearneys Cottage y nos disponemos a caminar por la carretera (luego nos dimos cuenta que la gente pasaba en coche, aunque los carteles indicaban que solo se permitía el paso a gente de la zona).
La caminata, no obstante, no nos defraudó nada: un paisaje montañoso precioso, lleno de ovejas por doquier y con el Black Lake de fondo. Aquí tienes las fotos… Dime qué te parece ;)

 A la vuelta, después de una buena sesión de fotos, decidimos que esta zona merece una visita aparte, solo para el Parque Nacional de Killarney y con la bici, para poder conocerlo en profundidad. Así que para haber sido una visita de campo de exploración, no ha estado mal. 

 Visitamos el cottage de Kate y nos enteramos de la historia también. ¿Quieres saber cuál es? Resulta que es un pub bastante historiado, con más de 150 años de actividad, ahora alberga no solo un pub irlandés, sino también una tienda, restaurante y ¡hasta buzón de correos!
Kate, allá por los años de la hambruna irlandesa (1845-1849)  poseía esta posada, en el camino a Dunloe. Allí se encargaba de destilar una bebida espirituosa “especial”, la cual, por supuestísimo, era ilícita. Esto no le impidió seguir fabricándola y ofreciéndola a sus clientes y cansados viajeros, convirtiéndose así su posada en un punto de encuentro y un alarde de “hospitalidad”, para la escasez de la época.
La verdad es que tiene mucho encanto e incluso hoy en día, se organizan fiestas y celebraciones (estábamos en medio de una boda).

Y con esta visita a la casa de Kate, nos dirigimos de nuevo al coche, reventadas, deseando poner punto y final al largo día de hoy.

¿Dónde nos vamos mañana? ¡Ring of Kerry! No te lo pierdas.

RESUMEN DE LA RUTA:
  • Distancia: los desplazamientos en coche fueron unos 45 km y caminando, según mi FITBIT, fueron 20,26 km (31.863 pasos).
  • Tiempo aproximado: todo el día, llegamos a Killarney sobre las 12 del medio día y llegamos de nuevo al B&B sobre las 20h de la tarde.
  • Localidades de interés: Killarney
  • Parajes destacables: Killarney National Park, Gap of Dunloe

Aunque nosotras hicimos todo el camino en coche, todas las rutas que hemos explicado en el artículo se pueden hacer a la perfección en bici. De hecho, todo el parque está habilitado para ciclistas y caminantes y existen múltiples planos y señalizaciones para poder recorrerlo sin problemas.
So lo hay que tener cuidado en algunos tramos, como el de Dunloe, que vas por carreteras estrechas.

En Killarney se puede repostar y abastecerte de todo lo que necesitas para pasar un día en el campo. Además, en cada punto estratégico del parque, encontrarás baños públicos y bares/pubs/tiendas que harán que no eches nada en falta.
En cuanto a clima, tuvimos mucha suerte y no necesitamos ni paraguas ni prácticamente abrigo. Estuvo un perfecto día nublado para caminar.
 Aquí os dejo información útil sobre la ruta, espero que os sirva:

¡Nos vemos mañana!