miércoles, 1 de agosto de 2012

Mi particular Camino de Santiago

Bueno bueno bueno... parece mentira pero ha pasado ya casi un mes que nos fuimos a emprender esta particular cruzada... Atravesar España de Sur a Norte a lomos de nuestras bicicletas, hasta llegar a Santiago de Compostela, a la vieja usanza, desde la puerta de casa y sin más equipaje que lo puesto...
Muchos no dieron crédito, la mayoría no apostaba un céntimo a que lo haríamos... Yo estaba segura que podría, a pesar de los momentos de bajón -que los hubieron, y muchos-; mi hermano, en ningún momento se planteó lo contrario... así que allí nos plantamos en quince jornadas, dos semanas justas desde que salimos de nuestra tierra un 5 de Julio de 2.012... El 19 de Julio, sobre las 17.00 pm estábamos, extrañamente perdidos, en la plaza del Obradoiro. Y sí, digo extrañamente perdidos porque fue una sensación rara, una sensación como de aquí estoy y... ¿AHORA QUÉ? No sé si me entenderéis... después de todo el cansancio acumulado, el esfuerzo, el calor, las caídas, las risas, las broncas, todo... después de todo, ahí estaba el fin, lo que parecía tan lejano e inalcanzable, ahí estaba... habíamos llegado y bueno... ¿qué hacer? Nos quedamos como atontados, como saturados de información... Un poco inexplicable en palabras. Y es que nuestros motivos no eran religiosos, por eso, podíamos comprender el fervor del resto de peregrinos que se echaban a llorar al llegar a la puerta de la catedral... Pero nosotros nos quedamos estáticos... Al menos para mí era un reto, era un afán de superación y una búsqueda activa lo que me llevaba a Santiago, así que, una vez que estuve allí, no sabía qué hacer...

Pues bueno, como muchos sabréis, una de las cosas que me propuse en esta odisea era ir escribiendo un cuaderno de Bitácora, un diario en el que ir anotando cada cosa que se me pasara por la cabeza, cada anécdota digna de recordar, cada pueblecito con encanto, cada pensamiento ilógico... No lo he releído desde entonces, así que realmente no sé ni a qué me voy a enfrentar! Solo puedo decir de antemano que fue una labor difícil. Llegábamos reventados a los albergues y, entre estirar, asearnos, lavar la ropa, cenar y charlar con los peregrinos o con la gente -maldito wasap...! XD- se me iba el tiempo y no me daba tiempo a escribir mis impresiones. Pero bueno, entre lo que haya escrito y las fotos, espero que quede un bonito recuerdo de una de las experiencias más gratificantes de mi vida. Cada día iré actualizando el diario por etapas, con la transcripción íntegra del diario original y luego el reportaje fotográfico y todas las impresiones posteriores que se me ocurran... Quiero también poner los perfiles de cada etapa y la información técnica de las rutas (estado de los caminos, señalización, albergues existentes, dificultades, etc.), para que no quede ésto solo como un diario emocional, sino como el verdadero cuaderno de Bitácora que era mi intención desde el principio y una auténtica guía de nuestro particular Camino de Santiago: "De Huelva a Santiago por la Ruta Mozárabe". Así que, estaos atentos a cada entrega!! ;)


Gracias a mi hermano Andrés por embaucarme en este proyecto  -locura del momento-.

2 comentarios:

  1. hola me gustaria saber donde conseguiste la credencial en huelva y si el camino de huelva a trigueros esta marcado

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    1. Hola Carmen!! Pues la credencial la consigues en la casa de Galicia de Huelva, que está en la Avda. Alemania, frente a Aguas de Huelva, más o menos.
      Respecto al camino en la provincia, está un poco confuso, hay zonas donde sí encuentras la concha en algún poste, pero las más de las veces tienes que confiar en que vas por buen camino (de todas formas, si te sirve de consuelo, nosotros solo nos perdimos en la Sierra).
      Te recomiendo que consigas una guía del camino, las hay de muchos tamaños, precios, etc, y te pueden ser muy útiles.
      Ya me irás contando!!

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