18 de Julio de 2.012
Salimos tardísimo del albergue, de hecho, nos encontramos con la limpiadora mientras desayunábamos.
Preparamos el equipaje y salimos rumbo Alberguería, primer puerto y pueblo de la ruta de hoy. Se suponía que era inferior a los dos anteriores pero a mi me costó más que ninguno... Fue salir de Laza y ya iba reventada rodando en 1:1...
Alberguería horripilante, nunca acababa, las piernas como plomos, no andaba nada... Llegamos arriba y la etapa continúa hasta Xunqueira, Pasamos por algunos pueblecillos y aldeas, pero los desniveles son considerables y el cansancio acumulado se hace notar.
Queremos estar en Ourense para almorzar, y llegamos... pero reventados y muertos de calor... De hecho, excesivo calor, mucho peor que por tierras andaluzas o extremeñas.
Comemos en... Burger King!! Después de tanta aldea abandonada, la civilización resulta un tanto rara...
La salida de Ourense es infernal, literalmente. Hace muchísimo calor y encima la periferia es horrible... nos perdemos por allí, entre autovías y calles, coches y mucho calor... y lo peor es cuando divisamos la enorme cuesta que nos espera para salir... Vamos destrozados, antes de ponernos en marcha tenemos que parar en una gasolinera de la salida a mojarnos, tomar un Red Bull y concienciarnos de que hemos llegado hasta aquí y que mañana estaremos llegando a Santiago...
Nos lanzamos de nuevo, por la carretera y a duras penas, ambos de nuevo en 1:1, casi sin pensar, casi sin hablar... Sobre las 19:30 horas, alcanzamos a ver, por fin, los primeros tejados de Cea.
Nos acomodamos en un albergue bastante confortable, donde encontramos de nuevo a los compañeros vascos. Tomamos una cerveza con ellos en el bar de la plaza pero no quieren quedarse a cenar, se van al albergue porque mañana quieren levantarse temprano. Echamos una tarde bastante agradable y cuando los vascos se van, vamos a cenar al bar de unos argentinos súper agradables. El bar más original no puede ser, sentados en mesas enormes de madera, como de cámping, disfrutamos de una cerveza fría (con su tapa gratis) mientras leemos la "Psycologies
". Nos tomamos una hamburguesa mi hermano, y yo un sándwich de jamón y queso que no pueden estar más buenos, y una vez con el estómago lleno, nos vamos al albergue a descansar... solo una noche más.
RESUMEN DE LA RUTA:
- Distancia: 87 km (por carretera, incluidas vueltas que dimos perdidos en la periferia de Ourense)
- Dificultad: Alta
- Tiempo aproximado: 8,5 horas (incluidos descansos)
Al salir de Laza decidimos continuar toda la ruta de hoy por la carretera. Llegamos a Soutelo Verde, pueblo pequeñito al que se llega por una carreterita sombría, con mucha arboleda y súper agradable. Es curioso observar que de sus balcones cuelgan mazorcas de maíz. Desde aquí tomamos la carretera hasta Alberguería, en vez del camino, ya que estamos destrozados y al ver cómo es el trazado del camino, decidimos que mejor ni nos lo planteamos, nos espera un buen puerto de montaña y vamos muy tocados.
La subida es tremenda, pero las vistas, por el contrario, son impactantes.
Por carretera la verdad es que da gusto circular (dentro de lo que puede gustar subir un puerto de montaña después de dos semanas de pedaleo continuo, con calor, sin descanso y cargados...). No hay nada de tráfico y los paisajes te amenizan la subida. Ahora bien, es importante ir bien provistos porque la subida se hace dura y hasta Alberguería no encontramos el primer y único bar del tramo.
Una vez alcanzada la cima, el descenso hasta Vilar de Barrio se agradece bastante, además, los paisajes, verdes donde se empiezan a ver pequeños y viejos hórreos dispersos, permiten que olvidemos el dolor de piernas y que circulamos continuamente en el primer plato.
En Vilar de Barrio se puede parar a repostar y reponer todo lo que necesitemos.
Desde aquí y hasta Ourense decidimos igualmente continuar por la carretera. No es que ahora haya mucha pendiente por el camino, pero éste empieza a atravesar campos de cultivo y tierras de labor y se hace un poco incómodo (interminables y rectilíneos caminos de tierra), así que preferimos hacer algo más de kilómetros pero pedaleando cómodos (la carretera va prácticamente vacía, además). No tiene pérdida, está súper bien señalizada y además discurre prácticamente paralela al camino, así que, si en algún momento dudábamos si íbamos bien, bastaba con echar un vistazo a las flechitas amarillas que nos acompañan todo el rato.
Atravesamos innumerables aldeas pequeñitas y rodeadas de vegetación y hórreos, hasta alcanzar un polígono industrial que aparece repentinamente y que nos deja en las puertas de Ourense.
La entrada en Ourense se hace pesadísima y bastante fea. De repente, pasamos del salvajismo y el silencio medieval de aldeas semiabandonadas al bullicio, el tráfico y el alboroto de una gran ciudad: Bienvenidos a la civilización. Y lo peor no es solo eso, lo peor es el agobiante calor que nos recibe en la ciudad gallega. A lo largo de estas dos semanas, nunca habíamos pasado tanto calor como en Ourense, muchísimo más pegajoso y desagradable que el de nuestra tierra.
Y luego lo liosa y populosa que es la ciudad. En estos 14 días, tampoco lo habíamos pasado tan mal para circular como ahí. Llegamos al Burger King caminando, pues resultó complicadísimo circular en bici, los conductores se desesperan un poco y a los peatones no les hace gracia verte circular a su alrededor, así que, a caminar. La ciudad me resultó bonita, quizá si no hubiéramos estado tan cansados y deseosos de llegar, no hubiéramos descartado una jornada allí, merece la pena descubrirla.
Ni qué decir tiene que en Ourense disponemos de todos los servicios necesarios para repostar (y recomiendo enormemente recargar agua fresca para la salida que nos espera) y continuar con ánimo el camino.
La salida de Ourense a Cea puede ser algo compleja, ya que disponemos de dos opciones: por Amoeiro o por Tamallancos. Ambos caminos se unen, posteriormente, en Casasnovas, ya muy cerca del destino de hoy, Cea.
Nosotros, por puro azar (nos perdimos al salir de Ourense en la circunvalación y, al final, después de dar algunas vueltas, fuimos en dirección N-525) tomamos la opción de Tamallancos, circulando por la carretera y dejando de paso Cudeiro, Bouzas, Sobreira, Faramontaos y Viduedo.
Esta subida, aunque dura, no solo por la pendiente, sino también por el calor y los kilómetros acumulados, dispone de todo tipos de servicios. Eso sí, es una carretera bastante transitada, así que hay que tener precaución, aunque a decir verdad, los conductores están bastante concienciados (también hay mucho tráfico de bicicletas).
Una vez alcanzados Casasnovas, llegamos a Cea en poco tiempo. El albergue se encuentra con facilidad (de todas formas, la gente, como en el resto de Galicia, es muy amable y antes de que puedas siquiera dudar, ya te están indicando), es un edificio de piedra diáfano en dos plantas muy agradable.
Alojamientos disponibles: la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Huelva nos facilita los siguientes (se encuentran en localidades que pasan por el camino, no por la carretera, por ello algunas de las que aparecen aquí no las nombramos):
- Alberguería (Km. 868):
- Albergue privado de Luís. Bar Rincón del Peregrino. Llamar al Ayuntamiento. 980 422 002.
- Vilar de Barrio (Km. 876):
- Albergue municipal. 24 personas. Llamar al alcalde. 670 303 101 / 988 449 001.
- Xunqueira de Ambía (Km. 890):
- Albergue municipal. 24 personas. Llaves en Bar Retiro. Llamar al Ayuntamiento. 988 436 040 / 988 436 069.
- Ourense (Km. 911):
- Albergue (antiguo convento de San Francisco). 42 personas. 988 388 110.
- Alojamiento Florentino López. Calle A. Pérez Serantes, 2 (cerca del albergue). 20 personas.
- Hotel Río Miño. Calle Juan XXIII. 902 198 977.
- HR Barcelona. Avenida de Pontevedra, 19. 988 220 800.
- Cea (Km. 933):
- Albergue municipal. 42 personas. 5 €. 988 282 000 / 988 282 229.
- Casa rural Toledo. 617 400 466.
Nosotros nos alojamos en el albergue municipal de Cea. Es un albergue pequeñito, por tanto, lo mejor es no dejarlo todo para el final (al contrario de nosotros, que llegamos sobre las 19.30 horas y ya estaba casi completo) e ir holgados de tiempo, para poder coger litera cómoda y no esperar en las duchas.
Consta de un edificio de dos plantas de piedra reformado. Es bastante acogedor y tiene su encanto, como una casa gallega antigua. La planta de arriba es el dormitorio, diáfano y con 21 literas. En la planta de abajo se encuentra la sala de estar y la cocina, diáfanas, y bajo la escalera el despacho del alberguero y los cuartos de baño de chicos y chicas. Fuera, en la calle, hay como una pequeña entrada en la piedra, cerrada con una reja, donde se dejan las bicis.
Como digo, a estas alturas ya hay bastante gente y empieza a ser algo más incómodo el tema esperar en los baños (y la suciedad acumulada), coger litera (mejor llegar temprano, más si vas en bici, por eso de la prioridad del caminante) y poder dormir (tema ronquidos, que merece mención especial aparte, y tema respeto de la gente, que se levanta a las 4.30 horas, encendiendo las luces -a pesar de la prohibición expresa- y hablando como si nada importara).
Por lo demás, genial, ya el ambiente es distinto, la gente está más animada, entreviendo el final y el tiempo pasa pronto.
Servicios: realmente, el único problema de servicios al que te puedes ver expuesto este día, es atreverte a subir Alberguería sin provisiones. Por lo demás, es prácticamente imposible quedarte desprovisto en esta ruta circulando a través del montón de aldeas y pueblos que atraviesa.
Desglosando la etapa en pueblos, encontramos: Alberguería, bonito pueblo de casas rústicas donde encontramos un único bar para repostar; Vilar de Barrio, población repleta de hórreos que cuenta con todos los servicios para el peregrino (bar, restaurante, centro de salud, farmacia, cajero, tienda, albergue y hotel). Hasta llegar a Ourense, podemos parar en Xunqueira de Ambia, localidad con albergue, bar, restaurante, centro de salud, farmacia, tienda y hotel; y desde ahí hasta Ourense encontraremos algún que otro bar por la carretera (o la increíble amabilidad de los habitantes gallegos).
En Ourense, obviamente, podemos disfrutar de todo lo que necesitemos. Dejando atrás la ciudad, si circulamos por la carretera encontramos varios bares, tabernas, restaurantes y áreas de servicios donde poder parar hasta alcanzar Cea. Allí no nos faltarán bares y tiendas, farmacia, centro de salud, cajero, restaurante, albergue y hotel.
Qué ver / qué visitar:
- Vilar de Barrio: además del conjunto de hórreos típicos gallegos, encontramos: